No te hagas esclava del tiempo,
lanza tu reloj al mar de inseguridades,
dame tu mano y vamos donde no exista nada.
No te pido nada más a cambio,
no soy la misma,
ya no le pido deseos a las estrellas.
Y eres más egoísta que antes,
que hasta he llegado a envidiarte,
pero aprenderé, de ti aprenderé
Por la razón o la fuerza, así me lo enseñaste tú.
Bienvenidos
Bienvenidos mortales, almas vagabundas, ángeles y demonios. Es un placer para mi tenerlos acá, disfruten de la música y cuídense de los zombies.
enero 09, 2009
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