Y sí me da rabia verlos contentos, no de mala persona, en lo absoluto... Es porque invocan a mi mente recuerdos del pasado, y aun peor me hacen cuestionarme el presente... A veces esa mano, ese beso, esa mirada o ese abrazo, cualquiera de esos puede marcar la diferencia... Y el abismo entre esta diferencia es grande, los latidos de mi corazón se van debilitando, hasta acabar en un rotundo silencio.
Y el frio de julio se lleva las sonrisas, y se van mis hojas... El llanto de julio inunda mi cara, sentimientos vagos desfilan por mi mente sin trastabillar.
No me da miedo acercarme, pero no me pidas que te mire y no te bese.