Y estar entre tus dedos de nuevo se vuelve para mi casi un deseo, un deseo como los que pedí con las velas de la torta de mi cumpleaños recién pasado, es extraño esto, anhelo tu presencia pero también tu ausencia, te quiero pero te odio y me siento irracionalmente feliz.
Bienvenidos
Bienvenidos mortales, almas vagabundas, ángeles y demonios. Es un placer para mi tenerlos acá, disfruten de la música y cuídense de los zombies.
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